sábado, 19 de marzo de 2016

La fe



Una palabra compuesta solo por dos letras, pero que tiene un profundo significado y poder. Definida en la biblia como la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve (Hebreos 11:1). Yo me atrevería a decir que la gran mayoría de las personas, en algún momento de la vida hemos hecho uso de ella, la hemos necesitado, y en lo personal confieso fue un salvavidas en mi vida, que me hizo aferrarme a ella. 

Muchos colocan su fe en muchas cosas, incluso objetos, sin embargo cuando nuestra fe esta puesta en la confianza en Dios, ese Dios que nunca nos abandona y que por muy difícil que sea nuestra situación, tenemos la plena confianza en que nos responderá de acuerdo a su voluntad, entonces las cosas cambian. 

Voy a contar algo personal, que me ocurrió.  Hacen 5 años, pase por un momento muy difícil en  mi vida, se me cerraron todas las puertas posibles que me llevaban  a recuperar algo que con mucho esfuerzo había obtenido años atrás. No deje con quien hablar, desde personas con mucho poder, hasta las de menos poder, oré, pedí y no tuve respuesta… me dije un día, será que le pido mal a Dios?  Y en medio de esa prueba tan dura que estaba atravesando,  un día me desperté de madrugada y me puse de rodillas a orar… ya no para pedirle recuperar lo que estaba a punto de perder y no era que me estaba rindiendo, no, sino que tenía que avanzar y con lágrimas tuve que decirle a Dios, que aceptaba que se hiciera su voluntad,  que me ayudara a soportar la carga (ya no era solucióname el problema Padre) ya era  ayudarme a enfrentarlo, toma mi carga. Confieso haber experimentado una paz increíble  luego de hacer esa oración, empezó a alejarse el miedo que me embargaba.

Mi vida continuo, me dedique a trabajar más, aclaro que nunca deje ni de luchar, ni de orar, nunca me falto nada, pero adivinen…un año después obtuve la respuesta, Dios me concedió la victoria, recupere lo que había perdido, y con eso vinieron muchas  más bendiciones;  que si aprendí? mi respuesta es un rotundo si, si aprendí; que aprendí? Que no es cuando yo quiera, es cuando Dios quiera, no era a mi estilo, era al de Él, era si confías en mí, no te faltará nada, y con toda sinceridad les digo, con Dios nunca nos falta nada. 

En la Biblia hay una historia que me gusta mucho, es para mí una de las mayores demostraciones de fe que alguien puede experimentar. Se trata de la Mujer que toco el borde del manto de Jesús. ¿Quién era ella? ¿Qué necesitaba? ¿Qué sabemos de ella?  Era una mujer  que tenía una enfermedad incurable, padecía hemorragias de sangre.

- Llevaba 12 años sufriendo esta enfermedad.
- Perdió todo su dinero en muchos médicos.
- Su situación era peor que al principio. 

Como consecuencia de esta terrible enfermedad, esta mujer tenía una vida terrible, nunca pudo estar limpia según las leyes del Antiguo Testamento en Levítico 15:19-27. Esto en la práctica significaba que nunca podía ir a la sinagoga o al templo, si tocaba a su familia, amigos o extraños, estos eran inmundos. Era una excluida. ¿Qué tipo de vida era esta? 

Veamos la historia, contada por Lucas (8:42-48)

...Y mientras iba (Jesús), la multitud le oprimía.
43 Pero una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años, y que había gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada,
44 se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; y al instante se detuvo el flujo de su sangre.
45 Entonces Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha tocado? Y negando todos, dijo Pedro y los que con él estaban: Maestro, la multitud te aprieta y oprime, y dices: ¿Quién es el que me ha tocado?
46 Pero Jesús dijo: Alguien me ha tocado; porque yo he conocido que ha salido poder de mí.
47 Entonces, cuando la mujer vio que no había quedado oculta, vino temblando, y postrándose a sus pies, le declaró delante de todo el pueblo por qué causa le había tocado, y cómo al instante había sido sanada.
48 Y él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz

Sorprendente, majestuoso lo que acabamos de leer, 12 años sin tener respuesta, 12 años excluida, 12 años padeciendo y  en tan solo minutos recibe lo que tanto había buscado.  La imagino tratando de armar el plan, debo esperarle por tal sitio, debo cubrirme para no ser descubierta, será que pasará por allí a la misma hora, además del miedo que tuvo que haber experimentado;  pero ella contaba con algo muy importante, que era la fe y digo la fe, porque luego de ir a todos los médicos posibles durante 12 años, que confiará y tuviera la certeza y convicción de que con solo tocar el borde del manto de Jesús se iba a sanar…vaya que eso se llama fe, no dijo: debo hablar con Él para que ore por mí, no, ella solo le bastaba con tocar el manto de Jesús.

Ahora bien, su milagro fue concedido, lo que antes fue una vida de secretos, oculta ante los demás, ahora paso a ser pública, todos lo vieron, Jesús la rescató de la muerte. Este milagro enseña  que Jesús tenía y tiene poder y control sobre toda enfermedad, muerte y situaciones que atravesamos. Hoy puedes decir; que Él también tiene el control sobre tu vida? Esa respuesta solo la puedes dar tú,  y es Dios quien la espera!

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